jueves, 11 de noviembre de 2010

Historias a contar

Aurelio era un chaval de 20 años cubano. Siempre se le había dado bien arreglar cosas, y por ello se dedicaba en su país a arreglar una de sus pasiones, los coches. Un día, decidió irse a los EE.UU para intentar labrarse un futuro mejor y conseguir dinero para su familia.

Una vez consiguió estar en el país, se puso a buscar trabajo, pero en todos los sitios le rechazaban por malas experiencias con inmigrantes o por el simple hecho de ser uno de ellos. Aurelio, después de varias semanas buscando trabajo, se empezó a ver frustrado porque su situación parecía ir a peor que su país natal. 

 Una tarde decidió, salir a dar una vuelta pare despejarse las ideas, y durante el camino, se encontró a un señor con su coche averiado en la carretera. Aurelio se ofreció a ayudarlo, comprobó el auto y se lo arregló. El señor al ver lo rápido que solucionó el problema del coche alguien tan joven, le preguntó si era mecánico, a lo que le dijo que en su país natal lo era y que le gustaría poder seguir siéndolo ahí. El hombre resultó ser dueño de un taller de vehículos, y le ofreció una prueba de trabajo.

Aurelio hizo la prueba y dejó fascinados al resto de compañeros durante los días de prueba que estuvo, ya que arreglaba todo lo que se le pusiera por delante sin ningún problema. Era tan bueno que acabó al poco como encargado del taller y el número de clientes aumentó muchísimo por su buen trabajo y la fama que cogió. Seguía en lo suyo y ganando dinero para poder vivir y mejorar la vida de su familia.



¿Será que todos tenemos algo que aportar en la sociedad?



foto tomada de: http://www.coches20.com/basta-mecanicos-lista/   http://www.flickr.com/groups/1294238@N23/discuss/72157624105987615/   http://www.ojodigital.com/foro/otras/234798-caminar-contra-el-viento.html

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