lunes, 15 de noviembre de 2010

Historias a contar II

Cada año Carlos y Ana, una pareja sin hijos de Gran Canaria, acogen en su hogar a una niña saharauiFaghira es el nombre de la niña, de 12 años, y desde los 9 ha estado con esta familia cada verano, lo cual le encanta, ya que se lo pasa muy bien con sus ''papás del verano", como los llama ya ella. Cuando llegó la primera vez le impresionaron muchas cosas de la sociedad española y de las condiciones de vida, con algo tan normal para nosotros como un grifo pensó que era magia. durante el verano.


Este último año que fue, Faghira llegó bastante más delgada, pues sus padres se habían quedado aún más pobres y no tenían mucho que comer. Carlos y Ana se preocuparon más por la situación en la que estaba viviendo en su país la niña. Entonces, se plantearon adoptarla si  los padres y ella querían, para así ofrecerle una vida mejor. Investigaron como podrían hacer todo para quedarsela y le preguntaron a Faghira si quería ella quedarse aquí. 
La niña no sabía que responder, en parte quería quedarse porque ahí comía, tenía lo que necesitaba y unas personas que la querían y se preocupaban por ella, pero por otra no quería dejar a sus padres y amigos en su país. 

Al acabar el verano, Faghira volvió a su país. Allí pregunto a sus padres que hacer, pues estaba confusa. Sus padres, con mucha pena, le dijeron que se quedara en España, que era lo mejor para ella y así podría tener un buen futuro. Su familia hizo comunicar la decisión y se hicieron las tramites para su adopción. Ahora Faghira vive con Carlos y Ana, va a la escuela, tiene juguetes, comida, nuevos amigos, ropa y todo lo que necesita, aunque no deja de extrañar a sus padres cada día, pero sabe que es por su bien.

A veces tenemos que renunciar a cosas por mucho que nos duela para ir a mejor.










foto tomada de: http://www.lapicesparalapaz.com/

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